“Osorno se ha visto envuelto en una serie de señales políticas de partidarios de la dictadura cívico militar del tirano Pinochet, esto por parte de militantes y simpatizantes de grupos de extrema derecha. Además de sumar a “periodistas”, opinólogos y medios de comunicación con fines netamente políticos, qué más allá de su derecho a la libertad de expresión, no se rigen en el derecho a informar, sino más bien mienten con el fin de mantener un estado alterado de la realidad en beneficio de un sector ignorante y desquiciado por el estatus quo…”